El mundo actual está inundado por todos lados por las nuevas tecnologías, conductas que hace varios años atrás se mostraban como indefensas y muy alejadas del mundo de las adicciones, sin embargo actualmente se ha ido estudiando las llamadas "adicciones conductuales" y dentro de estas se encuentran las adicciones tecnológicas y de forma más específica la adicción a las redes sociales. Estas adicciones se encuentran en un "limbo científico", debido a los problemas que se presentan para lograr una discriminación entre conductas normales y patológicas, que podrían llegar a considerarse adictivas.
Antes de centrarnos en la temática es necesario entender lo que es una "adicción" y la forma de actuar de ésta. "Todas
las conductas adictivas están controladas inicialmente por reforzadores
positivos -el aspecto placentero de la conducta en sí-, pero terminan por ser
controladas por reforzadores negativos -el alivio de la tensión emocional,
especialmente" (Echeburúa, 2012), esta idea nos da la posibilidad de entender la manera de actuar de una adicción, específicamente de las adicciones tecnológicas, pues estas son reforzadas mediante el alivio de las tensiones que se dan en la "vida real", tensiones que desaparecen en esta "vida virtual". Se llega a hacer un
uso excesivo de Internet que acarrea como consecuencias la distorsión de los
objetivos personales, familiares y profesionales.
Las nuevas tecnologías (TIC) simplifican considerablemente
nuestros quehaceres cotidianos. El atractivo de Internet para los jóvenes viene
dado por la respuesta rápida, las recompensas inmediatas, la interactividad y
las múltiples ventanas con diferentes actividades. (Echeburúa, 2012). Esto es algo que se observa de forma cotidiana y principalmente en los jóvenes que según varios estudios son la población más susceptible a tener estos comportamientos adictivos. Cuando hay una dependencia, los comportamientos
adictivos se vuelven automáticos, emocionalmente activados y con poco control
cognitivo sobre el acierto o error de la decisión.
"Con la llegada de los
Servicios de Redes Sociales (SRS) y su amplia repercusión, nos encontramos con
un nuevo frente susceptible de adicción. Estos servicios, además de su
atractivo y funcionalidad, cuentan con la facilidad de conexión en cualquier
momento y desde cualquier lugar, lo que los convierte en potentes reforzadores
inmediatos, el mejor caldo de cultivo para una adicción" (García, 2013). Las redes sociales actúan como comunidades virtuales en las que cada persona crea su propio perfil, según la información que considere necesaria, además de interactuar con otros perfiles de amigos que pueden o no estar en su circulo social cercano, esto da la posibilidad de conocer personas nuevas.
Las redes sociales han experimentando un crecimiento
significativo en la última década, ramificándose y especializándose cada vez
más, como a continuación se muestra:
Se observa que el mayor crecimiento se
desarrolla en las redes dirigidas al ocio, que potencialmente serían
las más proclives a un proceso de adicción.
SEÑALES DE ALARMA
Existen ocho señales principales que denotan una dependencia
a las redes sociales, señales planteadas por Echeburúa y Corral, en 2010:
a) Privarse de sueño
b) Descuidar otras actividades importantes (contacto con la
familia, relaciones sociales, el estudio o el cuidado de la salud).
c) Recibir quejas en relación con el uso de la Red o del
“smartphone” de alguien cercano (padres o hermanos).
d) Pensar en la Red o en el “smartphone” constantemente,
incluso cuando no se está conectado, y sentirse irritado excesivamente cuando
la conexión falla o resulta muy lenta.
e) Intentar limitar el tiempo de conexión, pero sin
conseguirlo, perder la noción del tiempo.
f) Mentir sobre el tiempo real que se está conectado.
g) Aislarse socialmente, mostrarse irritable y bajar el
rendimiento en los estudios.
h) Sentir una euforia y activación anómalas cuando se está
delante del “smartphone”.
CARACTERÍSTICAS DE PERSONALIDAD
Posterior a varios estudios se han podido identificar ciertas características de los usuarios más comunes de las redes sociales:
- Personas narcisistas.
- Personas con excesivos sentimientos de soledad y aburrimiento.
- Personas extrovertidas (usan las redes sociales para mejorar sus relaciones sociales).
- Personas introvertidas (usan las redes sociales para compensar las relaciones sociales).
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN
“Una
persona normal puede hablar por el móvil o conectarse a Internet por la
utilidad o el placer de la conducta en sí misma; una persona adicta, por el
contrario, lo hace buscando el alivio del malestar emocional (aburrimiento,
soledad, ira, nerviosismo, etcétera)” (Echeburúa y Corral, 2010). Ante esta premisa es fundamental recordar que la población más vulnerable a este tipo de adicción son los adolescentes y las personas que pueden prevenir son los padres y en algunos casos los educadores, por esta razón a continuación se plantean algunas estrategias que contribuyan a desarrollar la habilidad de la comunicación cara a cara (Echeburúa y Corral, 2010):
- Limitar el uso de aparatos tecnológicos y pactar horas de uso del computador.
- Fomentar las relaciones con otras personas.
- Potenciar actividades tales como la lectura, el cine y actividades culturales.
- Estimular el deporte.
- Fomentar el desarrollo de actividades grupales.
- Estimular el diálogo y la comunicación desde la familia.
- Echeburúa E. (2012). Factores de riesgo y factores de protección en la adicción a las nuevas tecnologías y redes sociales en jóvenes y adolescentes. Revista española de drogodependencia. Recuperada de: https://www.aesed.com/upload/files/vol-37/n-4/v37n4_5.pdf
- Echeburúa E. y Corral P.(2010). Adicción a las nuevas tecnologías y a las redes sociales en jóvenes: un nuevo reto. Adicciones. Recuperado de: http://m.adicciones.es/index.php/adicciones/article/view/196/186
- García J. (2013). Adicciones tecnológicas: el auge de las redes sociales. Health and Addictions. Recuperado de: http://ojs.haaj.org/index.php/haaj/article/view/188/186
